29/1/11

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¿Qué es el sistema Sexo-Género?


Qué es el sistema sexo género  por: Karina Rodríguez Moreno (Colectiva Degeneradas)


El sistema sexo – género es un sistema binario que separa a mujeres y a varones, donde “la mujer aparece como lo negativo […] y se determina y diferencia en relación al hombre, y no éste en relación a ella; ésta es lo inesencial frente a lo esencial. El es sujeto, él es lo absoluto: ella es el Otro.” (Beauvoir, 1989, 14), en ese sentido la mujer es considerada como la otredad de carácter natural e inferior que tiene que ser sometida a la protección y a la razón características que solo puede brindar la “esencia masculina”. Bajo estas condiciones de superioridad e inferioridad se establece la división sexual del trabajo como natural, es decir que de acuerdo a las características “propias” de cada sexo se determina la labor a la que socialmente estamos "destinados", las mujeres a lo privado a los quehaceres domésticos y los varones a lo público.

            Lo cierto es que “los dos sexos no han compartido nunca el mundo por partes iguales, y todavía hoy aunque su condición está evolucionando, la mujer padece de muchas desventajas” (Beauvoir, 1989,19), desventajas que se ven reflejadas en distintos ámbitos, a nivel laboral, jurídico, social, económico, político y cultural, es decir que, aun sigue habiendo desigualdades que siguen violentando a los seres humanos, aun sigue permeando el ideal de superioridad masculina sobre la femenina, sigue existiendo una ideología patriarcal en las instituciones, sigue habiendo abusos por parte de un género o de otro.


El sistema sexo – género propone que la conformación de las identidades femeninas y masculinas no son puramente biológicas, sino que se han construido históricamente a lo largo de procesos socio-culturales, en los que la oposición y la lucha de poder permanecen como variables constantes e “inamovibles”, en ese sentido se establecen posiciones de superioridad que bien son asumidas por el varón como propias generando con ello un sistema patriarcal que lo dota de poder para someter y subordinar a la mujer.

            Para Scott (1999: 61) el género tiene dos partes y varias subpartes que se encuentran interrelacionadas, el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos; el género es una forma primaria de relaciones de poder. El género comprende cuatro elementos interrelacionados:
  • Símbolos culturalmente disponibles que evocan distintas representaciones mayormente contradictorias entre sí.
  • Conceptos normativos que coercionan a dichos símbolos.
  • Análisis incluyente que unifique al género con los ámbitos políticos, institucionales, económicos, sociales y culturales.
  • Identidad subjetiva y aculturación genérica.
Por otro lado West y Zimmerman (1999: 114) nos dicen que el género es un status adquirido, construido no solo cultural y socialmente sino que también se construye psicológicamente, ya que dicho concepto se reduce a un conjunto permanente de características psicológicas y a una variable unitaria como el cuerpo y se excluye como es utilizado para estructurar distintas esferas de la experiencia social “hacer género proporciona el andamiaje interactivo de la estructura social, junto con un mecanismo interno de control social” (West y Zimmerman, 1999: 142).

Lamas(1996) nos dice que el género muestra mejor que ningún otro ejemplo la violencia simbólica que esta más allá de los controles de la conciencia y la voluntad, estos actos son encontrados en los habitus esquemas que a su vez son de género y engendran género, con ello se impone el género a varones y a mujeres y la dominación de un sexo sobre otro, institucionalizándose mediante el matrimonio y la familia, excluyendo así diferentes preferencias sexuales y diferentes formas de articulación de la familia es decir la homosexual y uniparental, se institucionaliza la heterosexualidad obligatoria y con ello la castración en ambos sexos, mientras el varón es mutilado respecto a sus emociones, su subjetividad y preferencias, la mujer es mutilada sexualmente, socialmente y culturalmente sometiéndola a la autoridad del varón.

Bibliografía:

De Beauvoir Simone, (1989), “El segundo sexo, 1 Los hechos y los mitos”, Alianza editorial, Siglo XXI. México.

Butler Judith (1996), Variaciones sobre sexo y género: Beauvoir, Witting y Foucault, en Lamas Marta (Comp) El género: La construcción cultural de la diferencia sexual, México. PUEG-UNAM, pp 13-56


West, Zimmerman, Rich y Scott (1999), en Navarro Marysa y Catharine R. Stimpson: “Sexualidad, género y roles sexuales, Fondo de Cultura Económica, México.

¿Qué es la violencia de género?

¿Qué es la violencia de género? Por: Karina Rodríguez Moreno (Colectiva Degeneradas)

La violencia de género según la Declaración de la IV conferencia mundial sobre las mujeres, celebrada en Pekín en septiembre del año 2005 dice lo siguiente:


La violencia contra la mujer es una manifestación       de las relaciones de Poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han conducido a la dominación de la mujer por el hombre, la discriminación contra la mujer y a la interposición de obstáculos que impiden su desarrollo. La violencia contra la mujer a lo largo de su ciclo vital dimana esencialmente de pautas culturales, en particular de los efectos perjudiciales de algunas prácticas tradicionales o consuetudinarias y de todos los actos de extremismo relacionados con la raza, el sexo, el idioma o la religión que perpetúan la condición inferior que se asigna a la mujer en la familia, el lugar de trabajo, la comunidad y la sociedad (Informe de la cuarta conferencia mundial sobre la mujer).

En ese sentido la violencia de género abarca otros tipos de violencia que no solamente recae en lo visible y físico (aunque no por ello dejan de estar fuera de los cuerpos femeninos).

 “La violencia de género es una manifestación de relaciones de poder, por lo tanto, no es sólo una violencia física, sino que es un fenómeno bastante más complejo que tiene que ver en las relaciones de poder desiguales histórica y culturalmente establecidas entre hombres y mujeres” (Plaza, 2007: 133).

            Al hablar de violencia de género se cae en el siguiente silogismo como lo afirma Marta Plaza (2007) “La violencia de género es la violencia física ejercida sobre el cuerpo de una mujer que suponemos blanca de clase media, que ha sido golpeado, ensangrentado, violado y asesinado” , con tales suposiciones la violencia de género queda reducida a la pura cuestión física y a un determinado tipo de mujer, excluyendo los distintos tipos de violencia que sufren las mujeres y excluyendo la diversidad entre las mismas mujeres. 

            La violencia de género va más allá del aspecto físico, clase social, grupo étnico o etario, ya que, no solo se vive en el cuerpo femenino de un cierto tipo de mujer, la violencia se vive en la cotidianidad de la vida de todas las mujeres[1] y abarca más allá de las cuestiones físicas los aspectos subjetivos de las mismas, como los emocionales y psicológicos; la violencia también es simbólica.

            La violencia simbólica como la plantea Bourdieu implica a dos tipos de sujetos los dominadores y los dominados, éstos últimos “aplican a las relaciones de dominación unas categorías construidas desde el punto de vista de los dominadores haciéndolas aparecer de ese modo como naturales […] la violencia simbólica se instruye a través de la adhesión que el dominado se siente obligado a conceder al dominador” (Bordieu, 2000: 50).

            También sugiere que los efectos de dicha violencia están inscritos en lo más íntimo de los cuerpos y a menudo están confundidos con el respeto y la entrega afectiva y que dicho poder simbólico no puede ejercerse sin la contribución de quienes lo padecen porque son ellos mismos los que lo construyen como tal. La violencia simbólica puede pasar desapercibida, ya que al estar dentro del orden y esquemas simbólicos los seres humanos la conciben como natural.

La dominación simbólica no se produce en la lógica pura de las conciencias conocedoras, sino a través de los esquemas de percepción, de apreciación y de acción que constituyen los hábitos y […] las decisiones de la conciencia y de los controles de la voluntad (Bourdieu, 53: 2003).



[1] Me atrevo a afirmar que todas las mujeres hemos sufrido algún tipo de violencia en nuestras vidas, ya que, desde que se ha mostrado que la historia la han escrito los varones y el mundo es macho como diría De Beauvoir, las mujeres hemos sido violentadas, desde que se nos ha excluido al ámbito privado como el propio y natural hasta en los distintos espacios de socialización, como la escuela, la vida cotidiana, la comunidad (grupos étnicos), el trabajo y la sociedad.

Bibliografía:

Bourdieu Pierre (2003), “La dominación masculina”, Editorial Anagrama, Barcelona, España.


Plaza V. Marta (2007), “Sobre el concepto de violencia, violencia simbólica, lenguaje y representación”, [Artículo en línea] Revista electrónica de lectura comparada, Número 2, Universidad de Valencia, España. http://www.uv.es/extravio>ISNN:1886-4902-

Conferencia Mundial sobre la Mujer Pekin 2005.